A lo largo de nuestra vida fértil es normal notar cambios en nuestra menstruación. Podemos notar variaciones en cuanto al color, la cantidad o la regularidad de esta. No obstante, hay cambios que nos suelen preocupar muchísimo como, por ejemplo; la aparición de coágulos.
A pesar de lo “impactante” que nos pueda resultar, tienes que saber que esto es completamente normal y bastante frecuente. Este cambio hormonal no debería de causar mayores problemas que un flujo más abundante de lo habitual.
¿Cuándo se producen los coágulos?
Un coágulo es una masa de sangre semi solidificada. En la menstruación el coágulo se produce cuando el útero expulsa una cantidad significativa de sangre, esta se queda acumulada y empieza a coagularse lentamente hasta que es expulsada por la vagina.
El que estés experimentando una menstruación con coágulos no quiere decir que siempre será así, puede que el siguiente mes tu regla se regularice y tengas un flujo mucho más ligero y sin coagulaciones.
Hay algunos factores externos que suelen estar vinculados a la formación de dichos coágulos menstruales, la actividad física y la alimentación juegan un papel muy importante en nuestra salud, llevar una vida sedentaria puede dar pie a alteraciones y complicaciones.
Por esta razón intenta mantenerte activa y sigue una rutina de ejercicios con regularidad, recuerda que estar con la regla no debería ser impedimento para que puedas realizar tus actividades diarias con total libertad y normalidad.
¿Qué es la menorragia?
Los especialistas denominan menorragia al sangrado menstrual intenso y más extenso que lo habitual. Esta patología no es “normal” ya que al sufrirla no podemos realizar nuestras actividades diarias pues la pérdida de sangre es bastante elevada y además de sentir que no hay copa, ni compresa y tampón que nos ayuden, el cuerpo puede presentar síntomas negativos.
Algunos síntomas de la menorragia son los siguientes:
- Sangrar de manera abundantemente durante más de 7 días.
- Expulsar coágulos de sangre de tamaño considerable.
- Sentir que no puedes realizar tus actividades diarias y que el elevado flujo menstrual te limita.
- Sentir cansancio, fatiga, mareos o inclusive dificultad para respirar.
- Tener que cambiarte la compresa o el tampón cada 60 minutos.
- Tener que vaciar la copa menstrual antes de las 6 horas.
¿Coágulos menstruales y mucho dolor?
Como hemos visto, la gran mayoría de las veces, tener coágulos puede deberse a un desajuste hormonal pasajero sin mayores complicaciones. Pero debes de estar alerta si esta situación es repetitiva y la experimentas en la mayoría de tus periodos y sobre todo si la presencia de coágulos va acompañada de dolor intenso.
Estos dos síntomas podrían ser el indicador de una patología conocida como endometriosis. La endometriosis es el crecimiento del endometrio, que normalmente crece dentro del útero, pero fuera de este, afectando a los ovarios y a las trompas de Falopio.
Esta patología la padecen entre el 10 % y el 15 % de las mujeres entre los 20 y 35 años. Los especialistas la catalogan como benigna pero las mujeres que la padecen sufren mucho ya que el dolor que experimentan suele ser incapacitante. Además, la endometriosis es una de las causas de la infertilidad femenina.
Coágulos después de un embarazo
Luego de que hemos dado a luz, nuestro útero tarda en recuperar su tamaño inicial o inclusive queda ligeramente más agrandado de lo que solía ser antes del embarazo. Esto puede generar que exista más espacio y la sangre se acumule generando que la sangre se empieza a coagular antes de ser expulsada.
Otra causa del agrandamiento uterino puede deberse a la aparición de fibromas, estos son pequeños tumores no cancerígenos que crecen dentro de nuestro útero, también son conocidos como miomas y aunque no es probable que termine convirtiéndose en cáncer, si puede generar que el útero se agrande y que nuestras menstruaciones vengan acompañadas de coágulos.
¿La copa menstrual soporta los coágulos?
Cuando tenemos una menstruación abundante puede resultar un poco incomodo utilizar la copa menstrual por el simple hecho de que la frecuencia con la que debemos vaciarla aumenta y hacerlo fuera de casa, si aún no tenemos la práctica suficiente, puede causarnos un poco de miedo.
No obstante, la copa menstrual reúne todos los requisitos para ser utilizada perfectamente con flujo abundante inclusive si tenemos una regla con coágulos. Utilizarla nos va a permitir observar el tamaño, la frecuencia y la cantidad de coágulos que estamos eliminando, de esta manera podremos llevar un registro de nuestra menstruación y detectar así alguna anomalía.
Lo primero es que la copa va a recolectar la sangre y todo lo que expulsemos, al no salir al exterior, como lo haría si utilizamos compresas, no correremos el riesgo de ensuciarlo todo, la ropa interior nuestras partes íntimas. Las compresas no son la mejor opción para este tipo de menstruaciones ya que el coagulo no podrá ser absorbido y sin duda sufriremos alguna desafortunada fuga.
Recuerda que los coágulos son completamente normales a lo largo de nuestra vida fértil, pero debes de observar si vienen acompañados de algún otro síntoma que pueda alertarte de que algo no va del todo bien. En ese caso debes de acudir a tu médico de cabecera o al especialista para descartar cualquier patología que esté impidiendo que lleves una vida completamente normal cuando la regla te acompaña.