Desde hace años, el uso de tampones y de compresas se hace como algo rutinario en nuestros días de menstruación. Incluso, en la actualidad, hay mujeres que los siguen prefiriendo por la comodidad, porque están más a mano o por falta de conocimiento de otras alternativas, entre otras cosas.
Lo cierto es que el uso de estos productos va quedando cada vez más obsoleto.
La copa menstrual ha resultado ser un gran contrincante para las compresas y los tampones, pues los llega superar en varios aspectos y beneficios. Además, estas tratan mejor el cuerpo que los productos anteriormente mencionados.
Pero no queda ahí. Hay otras ventajas que dejan muy atrás a las compresas y tampones, por ejemplo, la copa vaginal es más económica, más higiénica, más ecológica y otras cosas más.
Todo lo anterior puede hacernos pensar que la copa menstrual es el producto que siempre hemos esperado y que nos ayudará a mejorar nuestros días de menstruación, pero no todo es así.
Como todo, la copa menstrual cuenta con desventajas que no la dejan ser el producto perfecto 100% y nuestra misión es hacerte saber acerca de los riesgos que conlleva usar una copa menstrual.
Cabe mencionar que, aunque la copa menstrual cuenta con desventajas y algunos contras, no son tantos como los que tienen un tampón o una compresa. Son mucho menores e incluso unos son mínimos. De todas formas, nunca está de más estar bien informada acerca de todo lo que utilizamos o queremos utilizar y más si se trata de nuestra zona íntima.
Tenemos que saber todo acerca de un producto que se va a ocupar para nuestra zona íntima.
⚠️ Principales desventajas y riesgos de la copa vaginal
◼️ Requiere paciencia y practicar para saber utilizarla. Cuando somos primerizas en este tipo de producto, es normal que se nos complique el insertarla y retirarla. Literalmente es una copa, y saber acomodarla y utilizarla correctamente es cuestión de práctica. En los primeros meses, siempre hemos de batallar poniéndola, pero quitarla resulta más difícil. No te preocupes, no nacemos siendo expertos y el uso constante del producto nos hará tomar práctica hasta llegar al momento de quitarla y ponerla correctamente.
◻️ Existen diferentes tipos de tallas y van cambiando de acuerdo a la fase de cada mujer. Para comprar una copa menstrual, debemos saber qué tipo de talla tenemos. Esto no es difícil, solo debemos informarnos en qué caso se ocupa cada una de ellas. Por ejemplo, la talla pequeña se utiliza para mujeres que son adolescentes todavía o que no han tenido relaciones sexuales o todavía no son madres. La talla grande se ocupa en casos de ya haber tenido hijos o de haber pasado los 30 años.
◼️ Hay más contacto con la sangre. Para introducir o quitar la copa vaginal siempre nos tenemos que ayudar de nuestros dedos, pues por sí sola no sale con facilidad. Es muy común ensuciarnos las manos de sangre.
◻️ Requiere mayores cuidados de limpieza. Una copa menstrual requiere de cuidados específicos para hacerla más duradera, por ejemplo, hay que seguir las instrucciones que recomienda el fabricante. Además, nunca debemos de utilizar jabones agresivos para lavarla, agentes corrosivos o blanqueadores agresivos. También hay que esterilizarla en ciertas ocasiones para evitar bacterias. El tiempo que dure depende mucho del cuidado que se le brinde.
◼️ Cambiarla no resulta tan versátil. Cuando estamos en la comodidad de nuestro hogar, nos podemos tomar el tiempo necesario para cambiar nuestra copa y lavarla, pero cuando nos encontramos en la calle y usamos un baño ajeno o un baño público, puede ser muy incómodo e incluso poco higiénico.
◻️ ¿Riesgo de contraer SST? Existe un mito que asegura que el uso de la copa menstrual nos hace más propensas a contraer el Síndrome del Shok Tóxico, y aunque el uso de la copa no nos exonera de contraerlo, tampoco nos hace más propensas, en cambio estudios han probado que usar tampones si nos hace más propensas a contraer dicho síndrome.
💬 Conclusión
Las ventajas de la copa menstrual son muchas, pero también hay desventajas que nos hacen pensar en si la adquirimos o no. Lo cierto es que no llegan a ser tan graves o tan alarmantes como los riesgos que corremos al usar una compresa o un tampón, el tampón es con el que estamos más expuestas a infecciones e irritaciones.