¿Sabías que los productos de higiene menstrual femenina no son considerados de primera necesidad? Sinceramente no creo que ninguna mujer en edad fértil, que esté experimentando la menstruación no considere de vital y extrema necesitad el tener una compresa, un tampón, una copa menstrual o algo que evite que por entre sus piernas se le escurra la vida misma.
¿Qué es la tasa rosa?
La tasa rosa es el término que se le ha puesto para determinar el precio añadido que tienen los productos destinados al sector femenino frente a los mismos productos o equivalencias, pero para el sector masculino de la población.
Lo más difícil de entender es la razón por la cual los productos de higiene femenina tienen un IVA superior frente a otros productos de primera necesidad. Productos como tampones, compresas, protege slips, compresas de tela, copas menstruales, etc., están gravados con un 10% lo que es igual al impuesto que tiene tomar un café en el bar de la esquina o ir a ver una película de estreno al cine.
Sabemos bien que hay cosas que son optativas y otras que son necesarias en la vida. España aún se encuentra en una etapa incipiente respecto a este tema en dónde productos femeninos comparten el mismo IVA que el tabaco o el vino.
Precios disparejos
Aunque nos suene utópico, los productos para mujeres son más costosos frente al mismo producto en versión masculina, por ejemplo, las maquinillas de afeitar, los desodorantes o las cremas corporales.
Seguro que piensas ¿qué es lo que hace que una maquinilla azul cueste menos que una de color rosa? Será acaso que el color está siendo un influyente negativo para el bolsillo de las millones de usuarias de estos productos, como si el color rosa se le tuviera que atribuir a la mujer y en pleno siglo XXI sabemos perfectamente que ningún color debería ser atribuido a ningún género.
Pobreza menstrual
Probablemente nunca hayas tenido la necesidad de un tampón y no hayas podido acceder a él por temas económicos, pues debes saber que hay algo llamado pobreza menstrual y en él se encuentran muchísimas mujeres que no tienen la facilidad de acceder a estos productos debido a su situación de vulnerabilidad.
Esta situación está siendo denunciada para crear conciencia de una latente realidad que sufren algunas mujeres que les impide tener una óptima higiene menstrual como consecuencia de su situación económica.
En España dos de cada diez mujeres se encuentran en este lumbral y frente a esta situación se plantea la posibilidad de otorgar, a determinaos colectivos y de manera gratuita, estos productos de primera necesidad, para que así este 20% de mujeres pueda tener acceso a la vital y necesaria higiene menstrual.
Hay colectivos de mujeres que han manifestado haber sido víctimas de la dura elección entre una compresa o un poco de comida. Cuando ambas cosas son o deberían de ser consideradas de primera necesidad, por humanidad, empatía, conocimiento e igualdad.
Países como nueva Zelanda y Escocia son ejemplos mundiales por la manera en la que han abordado esta problemática. En escocia, por ejemplo, está aprobada una ley en la que se afirma la distribución gratuita de productos higiénicos para la menstruación en centros comunitarios, en centros educativos y también en las farmacias.
Factor marketero
A pesar de que, en cuanto a funcionalidad y características generales, hay productos femeninos que no presentan ninguna variación ni ventaja frente a uno masculino, por ejemplo, las maquinillas, que avalen el excedente a cuanto el precio.
Pero lo que si es cierto es que los colores utilizados, el empaquetado llamativo o la publicidad empleada pueden influir para que esos productos sean vendidos por un precio más elevado.
Desde hace algunos años, las tiendas Clarel, bajo el lema “28 íntimo” anunciaron que los días 28 de cada mes, venderán sin IVA todos los productos de higiene femenina tanto en tiendas visitas como en tienda online, sería bueno hacer eco de esta noticia para que llegue a todas las mujeres.
Se estima que el gasto promedio que tiene una mujer en productos de higiene menstrual oscila entre los 6 mil y 10 mil euros a lo largo de vida fértil, afortunadamente existen productos reutilizables, como la copa menstrual, que no solo con eco amigables, sino que también reduce considerablemente el gasto mensual que suponen las reglas.
En un país en donde el tercio de la población actual está en edad reproductiva la menstruación no debería de seguir siendo un tema tabú y temas como este deben de ser tratados y hablados para conseguir la tan necesaria igualdad, de esta manera, la asignatura pendiente que tiene el gobierno frente a este tema, pueda ser tratada sin tanta procrastinación.